Bajo este título quiero compartir lo aprendido en una sesión de las Tic como Recurso Didáctico en Educación Primaria.
Se trata de una exposición realizada por la Profesora Mª Eulalia Torràs Virgili.
En la misma, Mª Eulalia nos habla la cuestión clave en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que no es otro que la interacción.
Para que la interacción se produzca es necesario unos requisitos:
- Hacen falta dos o más personas, que éstas se encuentren de forma temporal o espacial, y que realicen una actividad educativa en común.
- Que en ese encuentro se produzca información entre los participantes.
- Y que se den un número mínimo de reglas para coordinar la información. Por ejemplo, mediante el uso de turnos de palabra.
Esta interacción se establece bajo las reglas de juego de la sociabilidad, es decir, cómo una persona influye sobre otra y viceversa. Para entender todo esto un poco más nos fijamos en lo que establecen autores como Skinner o Bandura.
- Skinner, establece una relación entre estímulos y respuesta. Como ejemplo, cuando un profesor verbaliza y el estudiante realiza una acción. En este caso nos encontramos con un estímulo, la verbalización del profesor, y la respuesta, que no es otra que la realización por parte del alumno de la actividad indicada. Pero para que esta se produzca, Skinner nos señala que debe haber un elemento añadido, un reforzador. Este reforzador, del tipo que sea, permite al estudiante tener un aliciente para que le apetezca realizar la actividad. Apareciendo la denominada relación contingente: el desarrollo de la actividad tendrá una consecuencia, apareciendo el elemento reforzador como la expectativa. Como consecuencia de ello, la actividad es realizada.
- Bandura por su parte, nos enseña que el vínculo de sociabilidad se establece por medio del condicionamiento mutuo de conductas. En las interacciones sociales, el condicionamiento de conductas que se producen, lo es a consecuencia de un reforzamiento, causado por la misma conducta. Y lo es de forma mutua, ya que la influencia en la otra u otras personas es bidireccional.
El discurso educativo
El discurso educativo surgido a partir de la mencionada interacción, pretende estrechar lazos, beneficiándose del encuentro producido como parte sostenedora de la sociabilidad. Permitiendo trazar unas relaciones estables, aunque no sean de la misma manera, aprovechando unos elementos comunes como las reglas en una conversación, los signos que utilizamos, el contexto, los temas o los objetos técnicos.
El estilo de interacción en línea de Sherry Turkle (1997)
Turkle, en su libro "La vida en pantalla" establece unas reflexiones basadas en la observación, acerca de los estilos congnitivos de los estudiantes:
- Estilo planificador.
En ese caso el estudiante cede el control al docente. Utilizando el análisis planificado como modelo de interacción. Estos niños al tenerlo todo planificado, cuando se equivocan sienten que es un error que les lleva atrás. Son niños que se sienten cómodos con un plan de trabajo estructurado y secuencial.
2. Estilo Bricoleur.
En este estilo, el estudiante negocia con los contenidos y la tecnología, de manera que las imágenes y las palabras fueran materiales, sin sentir la necesidad de secuencialidad. Cuando estos niños se equivocan, observan el error como un medio para corregirse y mejorar.
Para el trabajo con estos niños basta con decirles lo que se espera que sea la actividad, de manera que él mismo se encarga de planificar sus propias estrategias para realizarla, disfrutando del proceso.
Para terminar, nosotros los docentes, tenemos que tener en cuenta, atendiendo a la diversidad de nuestra aula. Qué niños y niñas encajan en qué estilo cognitivo, es decir que parte de nuestro alumnado es planificador y bricoleur, siendo los dos estilos completamente válidos, y siendo los resultados alcanzados por los alumnos con distintos estilos buenos en definitiva. Para nosotros lo importante es facilitarles el proceso.